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viernes. 06.06.2025
TRIBUNA POLÍTICA

El Congreso y el Senado: dos cámaras convertidas en un circo por la derecha y la ultraderecha

Nuestra democracia necesita de convivencia, paz y solidaridad y sobre todo de medios de comunicación que informen y no desinformen y de políticos que empleen el dialogo y no el insulto.

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De todos es conocido la canción infantil de los payasos de la TV de hace años “había una vez un circo”, pero por desgracia esta canción infantil que muchos hemos cantado en nuestra infancia e incluso cantamos a nuestros nietos, lo vemos reflejado en algunas de las instituciones y organismos de nuestra política, justicia e incluso medios informativos con cierta ideología “amarilla”. 

Cada martes y miércoles vemos como los lugares “sagrados” de la democracia española, como son el senado y el congreso de los diputados, la derecha más rancia, casposa, retrograda, insolidaria, y lo que es peor sin propuestas, se lanza a convertir los hemiciclos en un circo donde prima el insulto, las falacias, la hipocresía y lo convierten en un circo, donde todo vale y donde, no se esconden, algunos diputados, diputadas, senadores y senadoras en hacer “el payaso” empleando argumentaciones obscenas, crueles e incluso utilizando a niños, los asesinatos machistas y el dolor de las víctimas para conseguir el aplauso “palmero” de los suyos y de todos aquellos que piensan que el congreso es un circo y lo peor, que la democracia no sirve para nada, salvo para conseguir sus intereses prevaricando o atacando los derechos más fundamentales de solidaridad y unión entre todos. 

Pretenden hacer negocio con todo aquello que es, según la constitución, una necesidad y un derecho

Son capaces en su argumentación circense engañar, alterar informes y lo más desagradable, insultar y propagar el catastrofismo, cuando por desgracia, para ellos, en estos momentos, pese al Covid, el volcán, las desgracias meteorológicas: la economía va mejor que nunca e incluso “sus amigos” Inditex tiene unos beneficios más que nunca. 

Ver a Feijoo, Tellado, Gamarra, etc. insultar, ridiculizar e incluso indicar que son “chorradas” hacer dibujos en las lenguas que la constitución reconoce y por tanto atacar el multilingüismo es bochornoso y demuestran, ellos y su partido que le aplaude que no creen ni en la constitución, ni en los acuerdos del 78, que tanto dicen defender. 

Pidieron el 155 para Cataluña, por una norma educativa que lleva más de 40 años, con éxito, utilizando a un niño, me parece cruel, irónico e incluso hipócrita, cuando la realidad es distinta a la que está sucediendo, por mucho que algunos medios afines “amarillos” pretendan hacer de esta cuestión una batalla irracional e insensata. Pero si eso fuera poco el otro partido Vox, al que PP, quiere imitar, se encarga de incendiar, insultar y mentir continuamente, convirtiendo en más circo ambos hemiciclos, con el fin de acabar con la democracia, pues solo quiere volver a la dictadura, donde mejor se encuentran. 

No son solos los hemiciclos un circo, observar como la justicia, que debería ser igual para todos, se ríe de la ciudadanía y anula imputaciones de malversaciones, indica que son válidos del constitucional y tribunal supremo que atacan los valores democráticos en sus escritos y que no se esconden para defender unos principios ideológicos más cercanos al medioevo que al siglo XXI. Y si fuera poco, para continuar con el circo, observamos que los grandes monopolios ahogan con sus falacias e intentan destruir la igualdad social y el equilibrio de la ciudadanía, utilizando bienes tan esenciales y necesarios como el gas, la electricidad, el agua, la vivienda, la educación e incluso la ayuda al mayor con las residencias. 

Pretenden hacer negocio con todo aquello que es, según la constitución, una necesidad y un derecho. Pero ellos, en un afán de egoísmo económico, convierten este derecho en un circo, donde con falacias aumentan día a día sus precios con la excusa que es una necesidad. Basta ya de mentir, y de convertir en un circo, el parlamento, la vida de la ciudadanía. Nuestra democracia necesita de convivencia, paz y solidaridad y sobre todo de medios de comunicación que informen y no desinformen y de políticos que empleen el dialogo y no el insulto, porque no tienen propuestas o porque solo ven que utilizando esos argumentos tan infantiles y circenses consiguen los votos que les auparan a un poder para conseguir sus intereses que es acabar con la democracia y sus valores. 

Pero por desgracia, si cuando lleguen las elecciones, estos partidos que convierten la política y sus instituciones y la justicia en un circo las ganan, todos seremos responsables de convertir la canción infantil en una realidad cruel: Había una vez un circo donde todos seremos payasos de ese circo.

El Congreso y el Senado: dos cámaras convertidas en un circo por la derecha y la...