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miércoles. 11.06.2025
TRIBUNA DE OPINIÓN

El Gobierno de los acuerdos

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El Gobierno progresista de Pedro Sánchez es el Gobierno de los acuerdos, y el pacto alcanzado con el PP para renovar el Ăłrgano de gobierno del Poder Judicial lo confirma asĂ­.

Se trata del Gobierno de los acuerdos tanto por necesidad como por vocaciĂłn, ciertamente. Los partidos que conforman el ejecutivo no suman mayorĂ­a en el Parlamento, por lo que están obligados a buscar apoyos cada dĂ­a entre las fuerzas polĂ­ticas con las que comparten valores y objetivos.

Pero la voluntad de avanzar de la mano de otras fuerzas polĂ­ticas y otros actores sociales forma parte original e indeleble de este Gobierno, desde su nacimiento mismo. Porque en su conjunto y cada uno de sus son conscientes de que las reformas que funcionan y perduran son aquellas que nacen de los consensos más amplios.

La voluntad de avanzar de la mano de otras fuerzas polĂ­ticas y otros actores sociales forma parte original e indeleble de este Gobierno

El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el PP para la renovaciĂłn del Consejo General del Poder Judicial es una buena noticia para nuestro paĂ­s.

Ante algunas de las crĂ­ticas que se han lanzado en estos dĂ­as, cabe recordar desde el Gobierno que el pacto se ha firmado con quien se debĂ­a firmar, con el principal partido de la oposiciĂłn. La ConstituciĂłn establece una mayorĂ­a cualificada de 3/5 en el Congreso y en el Senado para elegir a los vocales del CGPJ, y la aritmĂ©tica parlamentaria hace imprescindible el concurso del PP.

El acuerdo se consultĂł entre los socios de Gobierno y se suscribiĂł con el PP, para sumar los apoyos necesarios, y que ahora se abre a la consideraciĂłn de los demás. Ese era el Ăşnico camino y fue el camino que se recorriĂł, en aras del interĂ©s general.

Es un buen acuerdo para los firmantes y para el conjunto de la sociedad española. En primer lugar, porque acaba con el bloqueo en el funcionamiento de la Justicia, que estaba generando graves problemas de ineficiencia y deslegitimaciĂłn en uno de los poderes claves del sistema democrático.

En segundo lugar, porque el contenido de las reformas comprometidas y ya en tramitaciĂłn parlamentaria contribuirán a aportar objetividad y mayor respeto a los principios de mĂ©rito y capacidad en los nombramientos del CGPJ.

El pacto se ha firmado con quien se debĂ­a firmar, con el principal partido de la oposiciĂłn

Y, sobre todo, porque el fin del bloqueo en el Poder Judicial restituye la normalidad en nuestro entramado constitucional, aportando la seguridad y la confianza imprescindibles para afrontar con garantĂ­as los retos de presente y de futuro en este tiempo de cambios acelerados.

No sorprende la reacciĂłn de los extremos. La ultraderecha busca reventar el sistema constitucional, en coherencia con su nostalgia franquista. Parte de la izquierda se muestra conceptualmente (o estratĂ©gicamente) incapaz de llegar a los acuerdos mĂ­nimos imprescindibles, aquellos que afectan a las reglas del juego democrático, con quienes es obligado compartir el espacio pĂşblico y piensan diferente.

Hay quienes han hablado de â€śgran coaliciĂłn”, equivocando o tergiversando el verdadero alcance del acuerdo, que se circunscribe a la renovaciĂłn del CGPJ y la reforma legal limitada que todos conocen.

Sorprenden más algunas de las declaraciones efectuadas por la dirección del PP tras suscribir el acuerdo en Bruselas y registrar en el Congreso la Proposición de Ley pactada. Comparar nuestro Estado Social y Democrático de Derecho con Cuba, especialmente tras acordar una reforma encaminada a su cualificación, resulta chocante, además de incierto.

Insistir en los medios de comunicaciĂłn en que el acuerdo incluye â€śla elecciĂłn de los jueces por los jueces”induce tambiĂ©n a la confusiĂłn. Ni la literalidad del acuerdo firmado en Bruselas, ni el contenido de la ProposiciĂłn de Ley registrada en el Congreso afirman tal cosa.

La DisposiciĂłn Adicional de la PL dice literalmente que el CGPJ, por mayorĂ­a de 3/5, elaborará una propuesta de reforma del sistema de elecciĂłn del consejo “con la participaciĂłn directa de jueces y magistrados que se determine”, y que despuĂ©s se someterá a la consideraciĂłn de Gobierno y Parlamento, “para su debate, y en su caso, tramitaciĂłn y aprobaciĂłn”. Nada más.

El PSOE y el Presidente español de Gobierno son también los grandes hacedores de consensos en Europa, para avanzar en derechos y en bienestar

Y es preciso recordar que el sistema vigente de elecciĂłn ya propicia la participaciĂłn directa de jueces y magistrados. De hecho, la renovaciĂłn pactada no dará comienzo hasta que el Congreso y el Senado reciban certificaciĂłn del Presidente del CGPJ con los candidatos elegibles.

Pero lo relevante de este momento polĂ­tico es la consecuciĂłn de un acuerdo largamente esperado y muy positivo para el paĂ­s.

TambiĂ©n es relevante constatar que el Gobierno de España es un Gobierno con vocaciĂłn clara y capacidad demostrada para los grandes acuerdos de interĂ©s general.

Los acuerdos con los interlocutores sociales dieron paso a la reforma laboral que consolida los contratos de trabajo para millones de españoles. Los acuerdos con feministas, con ecologistas, con activistas LGTBI+Q y defensores de los derechos humanos, con la comunidad educativa, han dado lugar a las grandes leyes de igualdad, de lucha contra el cambio climático, contra la discriminaciĂłn, para instaurar la eutanasia, para la igualdad de oportunidades en la enseñanza…

El PSOE y el Presidente español de Gobierno son tambiĂ©n los grandes hacedores de consensos en Europa, para avanzar en derechos y en bienestar, y para frenar a la internacional ultra.

El Gobierno de los acuerdos, porque con acuerdos, desde los acuerdos, se avanza más y mejor.

El Gobierno de los acuerdos