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miércoles. 04.06.2025
CINE

'El ángel de los pobres': santo y perverso, todo en uno

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Arturo Prins | @prinsarturo

Francia, con su monumental Revolución sa, asestó uno de los mayores golpes para liberar a la humanidad de la esclavitud. El reconocimiento global de los derechos humanos como un todo, impulsado por Francia, marcó un hito en la evolución de las naciones. Sin embargo, desde la ocupación nazi, la actitud de Francia no ha sido siempre altruista. Francia dominada por la personalidad de políticos que convivieron con los Nazis en el régimen colaboracionista de Vichy, fomentaron los aspectos más egoístas de sus líderes. Aún hoy día, priorizan su propio interés sobre el bienestar de la humanidad. La cuestión es: ¿Puede Francia asumir la ardua tarea de descentralizarse, sacrificarse por el bien común, renunciar a sus sueños individuales por una visión global y así retomar el Sendero de un Salvador del Mundo? Hasta ahora, no hay señales de ello. Sin embargo, hubo un hombre que marcó el camino, trazó la diferencia en un país marcado por el chauvinismo en la segunda mitad del siglo XX francés, ofreciendo una nota de amor al desamparado, sea cual sea su nación, raza y condición: fue Henri Grouès, conocido como el abate Pierre o El Ángel de los Pobres.

Este biopic, dirigido en 2023 por Frédéric Tellier, narra el origen de la Resistencia sa y del maquis, grupos guerrilleros que formaron parte de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Activos principalmente en las montañas de Bretaña, el sur de Francia y los Pirineos, estos grupos hostigaron al Régimen de Vichy y a la Wehrmacht del Tercer Reich. El film pone los pelos de punta al hacernos repensar que cualquiera de nosotros que hubiéramos estado en una nación ocupada por los nazis, probablemente no hubiéramos sabido qué hacer, cómo sobrevivir, cómo levantarnos cada día y hacer como si nada ante la connivencia con el ocupante. Cómo evitar ser traidores a la libertad, o chivatos al denunciar a judíos para salvar nuestro pellejo, ¿qué sería de nosotros si fuéramos judíos? La película, con imágenes de films de archivo en blanco y negro, nos hace reflexionar sobre la incertidumbre, el miedo o la cobardía que enfrentaron quienes vivieron bajo la ocupación nazi. Muestra cómo la resistencia se forja con personas valientes que deciden no aceptar la invasión, y te deja pensando en el sin sentido de la violencia y las ocupaciones actuales, como la de Rusia en Ucrania, o Israel en Palestina. La historia nos recuerda que, a pesar de las dos recientes primeras guerras mundiales, el ser humano aún no aprende a evitar la repetición de sus violentos errores.

El abate Pierre cuestionaba los valores que devoran a los hombres y los vuelven ciegos en su avaricia. Su vida fue una lucha constante, incluso contra sus propios sentimientos de insuficiencia, entregado al bienestar de los demás

Henri Grouès, nacido en Lyon el 5 de agosto de 1912 y fallecido en París el 22 de enero de 2007, fue un sacerdote católico francés y miembro destacado de la Resistencia, donde adquirió su apodo. Diputado en la Asamblea de la IV República, fundó en 1949 el movimiento Emaús, una organización dedicada a luchar contra la exclusión y la pobreza. En el invierno de 1954, conmovió a los ses al exponer el drama de quienes vivían sin techo, a la intemperie, muriendo de frío en París. Su mensaje, transmitido por radio, se conoció como "la insurrección de la bondad". Su llamado y el movimiento que inició tuvieron repercusión mundial, siendo reconocido en 2004 por el Estado francés con la Gran Cruz de la Legión de Honor, la máxima distinción de esta orden. 

El abate Pierre cuestionaba los valores que devoran a los hombres y los vuelven ciegos en su avaricia. Su vida fue una lucha constante, incluso contra sus propios sentimientos de insuficiencia, entregado al bienestar de los demás. También denunció que el Plan Marshall contribuía a la guerra en Indochina y la colonización sa en Argelia y Túnez, enfrentándose a todos los poderes que ignoraban las necesidades básicas de una Francia desgarrada por la miseria, la falta de recursos y la pobreza de una población diezmada por la guerra. Fundó Emaús, una casa para los desamparados, donde dedicó su sueldo como diputado para alimentarlos. A pesar de su origen burgués y sus propios complejos de culpa, su afán por el servicio y el altruismo fue monumental.

El film, muy sensible con algunos detalles históricos, (no todos, esperen al final de esta reseña) revela cuando el abate Pierre estuvo a punto de rendirse por la escasez de recursos. Uno de sus asistidos pronunció: "Somos ratas para la sociedad, pero las ratas son listas". Este sobreviviente, ante las carencias del centro, junto a todos los demás desamparados de aquel primer centro Emaús, decidieron buscar en los vertederos de París objetos de valor para vender, demostrando que la fuerza y el servicio unen, permitiendo la supervivencia del centro en los suburbios de París en 1952.

Uno de los aspectos más destacados de este film, es la inclusión de material documental en blanco y negro, mostrando la dura realidad de los sin techo y los mendigos de París. La banda sonora enfatiza el apogeo de este esfuerzo mancomunado de los parisinos, aleccionados por este hombre, y conmueve el corazón, el puro sentimiento del altruismo y la ayuda al prójimo. En el invierno parisino de 1954, el Abate Pierre notificaba por radio los miles de desamparados sin techo, pidiendo ayuda mientras más de 2000 almas se refugiaban en las congeladas calles de París. El abate proclamaba por la emisora: "Tú que sufres, quién quiera que seas: entra, duerme, come. Recupera las esperanzas. Aquí te queremos." Estas palabras invocaban la solidaridad y hospitalidad de todos los ses que actuaron de inmediato haciendo miles de donativos.

El Abate Pierre, enfrentándose a la ultraderecha representada por Jean-Marie Le Pen, dejó una enseñanza clara sobre el karma y demostró que Francia podría ser un ejemplo de servicio y altruismo universal

Incluso Charles Chaplin apoyó la fundación Emaús donando dos millones de francos, recordando que él mismo había sido un vagabundo y que encarnó en la pantalla. La fuerza del corazón trasciende fronteras: en Estados Unidos, el Abate Pierre motivaba a movilizarse no por el dinero, sino por el amor, abriendo centros en más de 40 países del mundo.

“El hombre desde el poder no oye nada es precisamente eso lo que lo vuelve tonto de remate” sentencia el Abate Pierre en el congreso de los ses... “La clasificación del ego según sus pertenencias es el mal del hombre: poseer y ser poseído por sus posesiones”; el Abate Pierre deja claro que este es el mal que corroe todo, el egoísmo, ofreciendo una enseñanza magistral sobre cómo un hombre pudo inspirar al pueblo francés hacia una verdadera revolución interna en búsqueda del altruismo. Este hombre, a lo largo de su vida, promovió la ayuda, el esfuerzo y el dinero como medios para erradicar la miseria, resistiéndose a las tentaciones del poder. Su dedicación casi le llevó al colapso psicológico por el exceso de esfuerzo en su causa, pero su legado es un testimonio de amor y servicio inquebrantable… más algo oscuro que ni el propio director del film alcanzó a ver.

El biopic rescata una desgraciada reflexión de un ministro francés en la que afirmaba que Francia no podría acoger toda la miseria del mundo. Sin embargo, la respuesta no se hace esperar: "Hemos estado siglos en sus países y les hemos quitado todo. ¿Le sorprende que ahora vengan aquí? Pero el mundo somos todos nosotros, la humanidad." Sólo hay una frase que puede vencer todo el chauvinismo francés: la que el padre pronuncia: "¿Es tan difícil tener un poco de corazón?" El Abate Pierre, enfrentándose a la ultraderecha representada por Jean-Marie Le Pen, dejó una enseñanza clara sobre el karma y demostró que Francia podría ser un ejemplo de servicio y altruismo universal.

Una grave falta de documentación y de profundización por parte del director, el aspecto de la vida sexual de Pierre, que queda tímidamente reflejada en la película en la pérdida de su virginidad antes de comenzar la guerra

Un hombre entregado que, incluso en su vejez, se dedicaba a alimentar a las personas en las calles del Sena en París. El retrato hace un recorrido por su vida, incluyendo momentos solitarios de decadencia y pérdida de fuerzas, pero omitiendo algo escandaloso que acaba de salir a la luz. Su esfuerzo y dedicación fueron aplaudidos y escuchados, pero quizás no comprendidos completamente. El Abate Pierre enfrentó el egoísmo que corroe todo, y aunque no pudo cambiar la miseria del mundo ni el hambre existente, sí logró algo mucho mayor: amar a cada persona (desde luego que no a todas), aceptándola con sus miserias, tormentos y fragilidades, y, por otro lado, lo insospechado, su contrario: manipulando, forzando y agrediendo sexualmente a muchas de las personas que le acompañaron. La película emana el calor del corazón de este protagonista: un hombre de corazón amplio, lúcido, guerrero, inconformista, servicial y sensible a los que no tenían voz, pero omite por otro lado, que llevaba a cuestas a un depredador sexual, un violador de voluntades para satisfacer sus necesidades.

Ahora sí, la bomba final que os dejo (no spoiler), porque no aparece en todo el film, dado que su inminente descubrimiento ha sido posterior a su estreno el año pasado en el festival de Cannes. Una grave falta de documentación y de profundización por parte del director, el aspecto de la vida sexual de Pierre, que queda tímidamente reflejada en la película en la pérdida de su virginidad antes de comenzar la guerra. Parece ser que el abate fue denunciado al menos por 17 personas que habrían sufrido agresiones sexuales y denunciado por la propia fundación Emaús, según un informe publicado a pocos meses del estreno del film, lo que llevó a sus organizaciones y a los productores a distanciarse del sacerdote fallecido en 2007, condenando los actos de Pierre y declarando su “apoyo a las víctimas”. Los nuevos testimonios hablan de "tocamientos no solicitados de los pechos", "besos forzados", "felaciones forzadas", "o sexual repetido con una persona vulnerable", "actos repetidos de penetración sexual" y "os sexuales con una niña".

Los hechos denunciados habrían tenido lugar en varios países como Francia, Estados Unidos, Marruecos y Suiza entre la década de 1950 y los años 2000. Las personas que hablaron son o fueron voluntarios de Emaús, empleados de los lugares donde el abate Pierre se alojó, de familias cercanas al sacerdote o personas con las que se encontró en actos públicos.

La primera oleada de acusaciones provocó un sismo en Francia, lo que deja en entredicho esta figura, que, como un Dr. Jekyll y Mr. Hydeda que pensar en que la sexualidad no liberada por parte de la curia, el celibato, en cualquier religión que sea, sigue produciendo estragos. No olvidemos al Dalai Lama, con su grosero deseo de que le chupe la lengua un crío en su visita a La india, el año pasado, entre tantos casos de pederastia y abusos que nacen no solo en colegios religiosos, sino también en los propios hogares. 

Los archivos de la Iglesia sa describen al abate Pierre, fundador de los conocidos traperos de Emaús, como «un enfermo mental» por sus abusos sexuales, que este año han salido a la luz tras años de silencio

El propio director, en una entrevista reconoce que después de las revelaciones, se ha sentido traicionado, que, con más de cinco años de trabajo en el proyecto, no se había filtrado nada sobre los abusos del cura, reconociendo que fue: Todo un descubrimiento. Caí desde una altura muy alta... Primero tuve, como creo que mucha gente, una especie de asombro. Luego la sensación de haber sido traicionado, de caer en un pozo de estiércol. Pero pensé especialmente en las mujeres que fueron sus víctimas. No sabíamos absolutamente nada. Y por supuesto, si tuviéramos la más mínima duda, no habríamos hecho la película. Muchas veces me he comprometido contra la violencia contra las mujeres para no perderme en un proyecto dudoso”.

Los testimonios que describían al abate Pierre como un depredador sexual llegaron de todos los rincones del mundo, porque viajaba muchísimo en defensa de los más desprotegidos. 

El estamento eclesiástico galo decidió a mediados de septiembre pasado, abrir al público sus archivos relacionados con este religioso. Los archivos de la Iglesia sa describen al abate Pierre, fundador de los conocidos traperos de Emaús, como «un enfermo mental» por sus abusos sexuales, que este año han salido a la luz tras años de silencio. Este comentario aparece en una carta de 1964 del secretario general del episcopado galo en que lamenta que el conocido religioso «pierde el control de sí mismo, sobre todo tras el éxito de sus libros». En esa misiva también reconoce que «mujeres jóvenes quedaron marcadas de por vida» a causa de las agresiones del abate Pierre, una de las figuras más relevantes en Francia durante la segunda mitad del siglo XX debido a su actividad caritativa en defensa de las personas sin techo y cuya figura ha comenzado ahora a ser revisada.

Ahora, ustedes se plantearán ¿cómo mirar una película así, con semejante omisión?, si se atreven claro, ¿con qué ojos?, pues les diría que con lentes graduables: para apreciar de cerca los actos magníficos de este señor, y en largo alcance para ver todo el espectro de luz y oscuridad en un ser humano. Sin dudas un film desfasado, toda una oportunidad perdida para el director Frédéric Tellier. 

La paradoja está servida, podemos ser dioses y monstruos a la vez.

'El ángel de los pobres': santo y perverso, todo en uno