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viernes. 06.06.2025
SERIES

'El circo de los muchachos': sueños que brillaron como carpas bajo el Sol

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Jaime Polo | @lovacaine

Hay historias que, como un viejo espectáculo de circo, duermen bajo el polvo, esperando que alguien descorra la lona para volver a sorprendernos. El Circo de los Muchachfos, dirigido por León Siminiani, es una de esas historias, una docie que despierta un pasado que parecía casi olvidado, tan fascinante como desgarrador. Presentada en el Festival de Sevilla y próxima a estrenarse en Prime Video, esta obra no sólo revive la utopía de Benposta, sino que nos invita a reflexionar sobre el delicado equilibrio entre los sueños y las sombras que los acechan.

En un rincón de la España franquista, el padre Jesús Silva construyó un país imaginado, una "nación de muchachos" con sus propias reglas, moneda y sueños. Desde su pequeña aldea orensana, aquel sueño creció hasta convertirse en un fenómeno internacional, llevando a sus jóvenes artistas al Madison Square Garden, como si el mundo entero estuviera destinado a maravillarse ante ellos. 

El Circo de los Muchachos no es solo una docie histórica; es una elegía, una carta de amor a la valentía de soñar en grande, pero también una advertencia sobre el peso que esos sueños pueden cargar

Siminiani no solo cuenta una historia; la moldea con sensibilidad, buscando la verdad entre las memorias de los que aún recuerdan Benposta. Hay algo profundamente humano en cómo la serie aborda el auge y la caída de este proyecto: desde la alegría vibrante de los desfiles y espectáculos hasta los escombros emocionales de una utopía que no pudo sostenerse. Es imposible no sentirse tocado por los ecos de esas voces, por el contraste entre la risa infantil de los niños de entonces y las palabras de los adultos que aún buscan entender qué fue aquello.

El Circo de los Muchachos no es solo una docie histórica; es una elegía, una carta de amor a la valentía de soñar en grande, pero también una advertencia sobre el peso que esos sueños pueden cargar. León Siminiani nos regala un espejo de lo que somos cuando creemos y cuando fallamos, cuando construimos y cuando el viento de la realidad derrumba nuestras carpas. Una historia tan real y vibrante como el propio espectáculo circense.

Si Alcàsser era un grito contenido sobre la fascinación macabra y el sensacionalismo que envolvió un crimen atroz, El Circo de los Muchachos es un susurro más nostálgico y poético sobre el auge y la caída de un sueño colectivo. El director adopta un tono más reflexivo, casi melancólico, como si esta vez mirara no tanto hacia la herida abierta, sino hacia las cicatrices que deja el paso del tiempo.

'El circo de los muchachos': sueños que brillaron como carpas bajo el Sol