
Dos son los grandes problemas a los que se enfrenta el mundo en el siglo XXI, la crisis energƩtica y la falta de agua.
El agua es un bien escaso, que cada dĆa hay menos, mientras que la población crece continuamente, por lo que vamos a asistir a grandes carencias de la misma en amplias zonas del planeta Este hecho estĆ” provocando graves conflictos internacionales entre paĆses y de comunidades entre sĆ. El mal uso, la contaminación (industrial, agrĆcola, urbana), malas prĆ”cticas agrĆcolas, el cambio climĆ”tico, la degradación de los acuĆferos y rĆos, la desaparición de los humedales y una larga lista de problemas hĆdricos, hacen que el agua se haya convertido en āel llamado oro azulā.
La problemĆ”tica del agua es muy fuerte e intensa en EspaƱa pues estĆ” distribuida de forma desigual por la penĆnsula, produciĆ©ndose fuertes desajustes hĆdricos, Mientras que en el norte, no suele haber problemas, en toda la costa mediterrĆ”nea, el centro y sur peninsular muestran una escasez cada vez mĆ”s intensa.
Si estas zonas ya tienen dificultades hĆdricas, estas se hacen mĆ”s intensas con el desarrollo económico que plantean, con un turismo intensivo (un turista gasta tres veces mĆ”s de agua que un residente), un desarrollo urbanĆstico irresponsable y fuera de la realidad, sirva como ejemplo que la provincia de Murcia prĆ”cticamente planteaba duplicar su población con las nuevas urbanizaciones propuestas. A ello hay que unir, una agricultura intensiva muy fuerte y en muchos casos ilegal, con roturaciones de tierras no permitidas.
Ante esta situación podemos decir, que la polĆtica del agua bien planificada no existe en EspaƱa, salvo aquella que consiste en hacer nuevos muros de cemento (pantanos), siendo el paĆs del mundo que tenemos mĆ”s embalses por km2, y como se comprueba, esto no soluciona el problema hĆdrico del paĆs.
A inicios del siglo XX, el aragonĆ©s JoaquĆn Costa lucho para que hubiera pantanos, que permitiera el desarrollo del paĆs posibilitando una fuerte agricultura, base entonces de la economĆa. Sin embargo, lo que en aquel momento fue una polĆtica hĆdrica necesaria y que permitió desarrollarse al paĆs, esta no sirve para el siglo XXI.
Ninguno de los dos partidos que son alternativa de poder, PSOE y PP tienen una polĆtica clara del agua ni que soluciones dar a la situación actual, salvo seguir aumentando el cemento por nuestras tierras.
El ejemplo mĆ”s claro de la lucha, que se sufre en este paĆs, por el tema del agua es el llamado trasvase del Ebro. El PSOE con Felipe GonzĆ”lez como presidente y JosĆ© Borrell como ministro de Fomento plantearon el trasvase del Ebro que llevarĆa unos 1.855 Hm3 anuales de agua a las sedientas tierras del sur. La postura del Partido Popular que dirigió Aznar en la oposición fue muy crĆtica con dicho trasvase y este nunca se realizó.
Cuando llega al poder el PP de Aznar, en su segunda legislatura (2000-2004) ya con mayorĆa absoluta, relanza de nuevo el tema del trasvase, que llevarĆa 1050 Hm3 al sur. Su coste económico serĆa segĆŗn su propuesta de unos 4.500 millones de euros y el consumo energĆ©tico anualmente serĆa de unos 1.200 MW (la potencia de una central nuclear). Este trasvase es aplaudido desde las comunidades valenciana y murciana y rechazado por los catalanes y aragoneses.
Con la llegada al poder nuevamente del PSOE, este paraliza inmediatamente el trasvase del Ebro y desarrolla en cambio āel programa AGUAā, que mediante la desalación debe procurar una cantidad parecida a la que proporcionarĆa el trasvase y a precio mĆ”s competitivo. Sin embargo, es continuamente boicoteado desde los poderes autonómicos del PP en Valencia y Murcia.
ĀæEs posible el trasvase del Ebro desde el punto de vista económico? ĀæEs la solución al problema hĆdrico?
La respuesta a las anteriores preguntas es obvia, no es posible dicho trasvase porque no soluciona el problema del agua de la región. El trasvase es absolutamente inviable, porque el rĆo Ebro no lleva suficiente caudal hĆdrico como para poder hacer dicho trasvase y cada aƱo que pasa su caudal desciende, a ello hay que unir la pĆ©sima calidad del agua del Ebro en la zona de la toma para el trasvase.
El Partido Popular con el lema āagua para todosā ha desarrollado una polĆtica de acoso y derribo al PSOE por la suspensión del trasvase, con una demagogia y falta de rigor escandalosos, pero que ha sido Ćŗtil, pues ha tenido grandes rĆ©ditos electorales en ambas comunidades, convirtiendo estas dos regiones en el granero electoral del PP, a pesar de los escĆ”ndalos continuos de corrupción polĆtica y económica que se dan en estas dos comunidades.
El rĆo Ebro llevaba en Castejón (Navarra a inicios del aƱo 1900 un caudal de 18.000 hm3, en el aƱo 1960 su caudal ya era de 13.000 Hm3, en 1980 su caudal es de 10.000 Hm3, y en el aƱo 2010 escasamente llega a los 8.000 Hm3. La disminución en 1.050 Hm3 del Ebro, acelerarĆa la destrucción del delta del Ebro, el mayor humedal espaƱol, que ya se encuentra en una gran regresión y, que acabarĆa por provocar su desaparición al entrar el agua del mar en Ć©l.
El coste económico del trasvase, en el aƱo 2002, segĆŗn el PP rondarĆa los 4.500 millones de euros y ademĆ”s se contaba que una parte correrĆa a cargo de la Unión Europea. Sin embargo la U E cuestionaba la realización de dicho trasvase pues iba en contra de su polĆtica hĆdrica en Europa. Expertos independientes valoraban el coste real de dicho trasvase en mĆ”s de 8.000 millones de euros muy alejado de lo que planteaba el PP. Hoy de hacerse este trasvase estarĆamos hablando de mĆ”s de 12.000 millones de euros, lo que le hace económicamente inviable.
A parte del coste de la obra, hay que añadir el mantenimiento y el coste energético para el desplazamiento del agua, que hace mÔs irrealizable esta obra faraónica.
La normativa europea exige que el coste real de la obra y el mantenimiento de la misma recaigan sobre los s y que el precio del agua lo pague quien se beneficia. El coste del agua todavĆa hace mĆ”s inviable el proyecto, pues el precio por m3 de agua de mala calidad saldrĆa en AlmerĆa por encima de los dos euros, euro y media en Murcia, sobre euro y veinte cĆ©ntimos en Alicante y sobre el euro en Valencia. Con estos precios, esta agua no es competitiva ni para los agricultores ni para el sector del turismo.
El trasvase no tiene ninguna función social por lo que no es posible que haya subvenciones de tipo polĆtico. Una obra pĆŗblica debe de demostrar su viabilidad económica y el trasvase no lo tiene, se mire como se mire, ni económica, ni medio ambiental, ni socialmente y no soluciona el problema sino lo empeora.
El PP nunca ha explicado el coste que deberĆ”n pagar los valencianos y murcianos por el agua del trasvase, porque si deben pagar lo que realmente cuesta el proyecto lo desestimaran. Hasta ahora la demagogia les ha funcionado pero la realidad es otra. Para los valencianos y murcianos su alternativa y futuro del agua es el mismo que para el resto del paĆs. ĀæCuĆ”l serĆa esa alternativa?
El agua como bien escaso debe de pagarse al coste real del servicio. Debe existir un gasto medio a precio asequible y todo lo que pase de ese consumo ser fuertemente penalizado. EvitarĆamos derroches inĆŗtiles
Hay un principio bĆ”sico el agua es un bien pĆŗblico que es, quiĆ©n haga uso de ella que lo pague. Se debe de controlar los mĆ”s de dos millones de pozos que hay en el paĆs, muchos de ellos ilegales, haciĆ©ndoles pagar y controlarles su consumo con lo que protegerĆamos a nuestros maltrechos acuĆferos. Las empresas elĆ©ctricas deberĆan pagar un impuesto por el uso que hacen del agua pĆŗblica para su beneficio privado, para sus centrales hidroelĆ©ctricas, que si seguimos modelos europeos deberĆan abonar al Estado unos 1.200 millones de euros.
Ser mĆ”s estrictos con los procesos de contaminación industrial, agrĆcola y urbana, se reclaman multas ejemplares a quien contamine y que se desarrolle un proceso total de depuración de las aguas urbanas. El cuidado de nuestros rĆos se presenta como imprescindibles.
Mejora de los humedales actuales pero sobre todo intentar recuperar el gran nĆŗmero de humedales perdidos, pues actĆŗan como autĆ©nticos pulmones hĆdricos.
Una polĆtica conservacionista de nuestros acuĆferos. Acabar con el desarrollo continuo del cemento y en vez de hacer pantanos hacer que sean nuestros acuĆferos los que guarden el agua de una forma natural, como se hacen en otras partes del mundo.
Una polĆtica de desarrollo económico y urbano mĆ”s respetuosa con el medio ambiente, cosa que no se ha hecho hasta la actualidad. Debeos replantearnos nuestra propio desarrollo urbanĆstico por insostenible y que hacen de nuestras cosas un desastre total.
La desalación es un apoyo, pero no la solución hĆdrica a la escasez hĆdrica actual , que se ahondarĆ” con el cambio climĆ”tico El coste económico de la desalación es cada vez menor, lo que hace que su agua sea cada vez mĆ”s competitiva sobre todo en las zonas costeras, pero solo es una solución parcial. Es una parte de la solución a pesar de los costes medio ambientales que genera la salmuera y su consumo energĆ©tico. Nuestras empresas en desalación son las mĆ”s avanzadas tecnológicamente del mundo.
Si el PP vuelve con el tema del trasvase del Ebro, estaremos perdiendo un tiempo precioso y una cantidad de dinero altĆsimo (para beneficio de los constructores) y seguirĆamos sin solucionar el problema del agua, provocando enfrentamientos territoriales y sociales innecesarios. Se decĆa que con el trasvase Tajo/Segura se solucionarĆa el problema hĆdrico de Murcia, esto no sólo se ha solucionado si no lo ha agravado.
Es mĆ”s necesario que nunca un pacto nacional sobre el agua, con las premisas anteriormente expuestas. Los valencianos y murcianos necesitan agua y deben de tenerla, pero hay alternativas posibles, fuera del trasvase que es inviable, que les aseguraran de forma regular y a precios competitivos, como al resto del paĆs, el agua ansiada y no deben de permitir ya mĆ”s demagogia.