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viernes. 30.05.2025
CÓMIC

'Blast': la obra maestra de Manu Larcenet que redefine el cómic

Blast no es una historia cualquiera, y por ello la cuidada edición integral que Norma Editorial nos presenta tampoco lo es.

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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Normalmente, cuando termino de leer un Manu Larcenet quiso contarme con esta obra. Y es que Blast es uno de esos cómics que transforma nuestra percepción del género, repleto de matices y recovecos. Es, sin duda, una obra maestra que nos provoca lo que sugiere su propio título: un “blast”, una palabra difícil de definir que podríamos traducir como epifanía, fuerte impresión, conmoción, o incluso milagro.

Blast reflexiona de manera magistral sobre el deseo, la trascendencia, el cuerpo y la necesidad de enfrentarnos a nuestros propios fantasmas

No lo oculto: Blast no es una historia cualquiera, y por ello la cuidada edición integral que Norma Editorial nos presenta tampoco lo es. Se trata de un lujoso y llamativo tomo de tapa dura, con bordes rojizos, que recopila las 816 páginas de los cuatro volúmenes que Manu Larcenet comenzó a publicar en 2009, también conocido como Bola de grasa. Una obra que no solo amplió la carrera de este guionista y dibujante único, sino que se suma a su legado junto a títulos excepcionales como Los combates cotidianos o la reciente La carretera.

La historia comienza con la presentación de Polza Mancini, un hombre de 38 años y 140 kilos que está detenido como principal sospechoso de un asesinato. La trama gira en torno a un interrogatorio donde dos policías intentan extraer información y comprender la historia de este hombre, que un día decidió abandonarlo todo para convertirse en un vagabundo, viviendo aislado en el campo y alejado de cualquier o humano. Polza, un hombre obeso hasta lo mórbido, ha pasado los últimos meses completamente alcoholizado y drogado, en una búsqueda obsesiva de lo que él llama un “blast”: ese momento de iluminación que le hace trascender espiritualmente. Curiosamente, solo logra alcanzar este estado mediante el consumo masivo de drogas y alcohol, combinado con la soledad. 

Bajo esta premisa, Polza relata a los policías el extraño viaje personal y sensorial que lo ha llevado a separarse de la sociedad, convirtiéndose en un marginado y, aparentemente, en un asesino. Narrada mediante flashbacks, la historia se articula alrededor del interrogatorio, mientras los policías escuchan la confusa y fascinante historia de este hombre, con la esperanza de que confiese. Desde el principio, queda claro que no están ante un criminal común. ¿Es un loco? ¿Un iluminado?

La maestría de la obra se refleja también en su apartado visual. Larcenet combina viñetas expresionistas y tenebristas, en un elegante blanco y negro, que contrasta con explosiones de color en los momentos de “blast”

Blast es una historia sorprendente, una experiencia inesperada para muchos lectores, de la que aquí solo hemos rozado la superficie. La vida de Polza Mancini, este hombre obeso y desagradable, está llena de aristas y contradicciones. Manu Larcenet construye una obra madura, que no juzga ni moraliza, limitándose a exponer los hechos tal como ocurrieron. Todo se cuenta desde la perspectiva de un hombre aparentemente enfermo, pero también lleno de vida y sabiduría. Polza narra cómo, desde niño, fue marginado y aislado por su entorno, y cómo su relación con su padre estuvo marcada por la frustración y el rencor.

Larcenet nos ofrece un relato brutal sobre la búsqueda personal y la iluminación, pero también un retrato desgarrador de los efectos de la drogadicción y la vida al margen de la sociedad. Es un relato crudo, sin censura, que se convierte en uno de los viajes hacia la autodestrucción más impactantes de los últimos años. Incluso aparece un personaje llamado San Jacky, que lo guía hacia esa epifanía llamada Blast… o quizá hacia el apocalipsis. 

Larcenet no juzga, y precisamente por eso, su obra resulta profundamente inquietante. Desde el silencio, nos golpea e incomoda. ¿Habríamos nosotros aceptado a alguien como Polza o habríamos contribuido a su marginación?

Además, Blast reflexiona de manera magistral sobre el deseo, la trascendencia, el cuerpo y la necesidad de enfrentarnos a nuestros propios fantasmas. “Ojalá los budistas estén equivocados”, sentencia Polza en un momento clave. Solo quien lea la obra comprenderá el peso de esta frase.

Como toda gran obra maestra, Blast ofrece múltiples lecturas e interpretaciones. Desde el momento en que Polza abandona a su esposa y toma un tren al azar que lo lleva a un bosque, armado con alcohol, drogas y chocolatinas, la historia se convierte en lo que el lector quiera que sea: un elogio a la locura, una reflexión sobre la crisis espiritual del hombre contemporáneo o un viaje iniciático de la mano de un sabio que busca la iluminación.

La maestría de la obra se refleja también en su apartado visual. Larcenet combina viñetas expresionistas y tenebristas, en un elegante blanco y negro, que contrasta con explosiones de color en los momentos de “blast”. Es una obra seria, en la que conviven personajes caricaturescos con paisajes y escenas detalladas hasta la perfección. Resulta fascinante cómo incorpora dibujos infantiles para ilustrar las epifanías, o incluso collage pornográficos que obsesionan a uno de los personajes.

Poco más se puede decir sin desvelar los secretos de esta obra rotunda que nos trae Norma EditorialBlast es todo lo que un cómic puede ser. Es arte.

'Blast': la obra maestra de Manu Larcenet que redefine el cómic