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viernes. 30.05.2025
TRIBUNA DE OPINIÓN

Trump ha vencido, es hora de sacar lecciones políticas y analizar

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No me ha preocupado en exceso quien venciera las elecciones de EEUU más allá de sus consecuencias para el resto del mundo. Ambos candidatos defendían el capitalismo anglosajón, ambos son imperialistas y sionistas y ambos en mayor o menor medida son proteccionistas. Ninguno es de izquierdas, son dos ultra liberales y ninguno apoya la creación de nada público. Ambos son belicistas y en cuanto a posiciones morales y/o éticas, ambos carecen de las mismas.

Con respecto a la inmigración Trump es más bruto a la hora de abordarlo, pero Harris también prometió controlar el asunto. Biden últimamente ha endurecido mucho su política antiinmigración. Nadie ha señalado que la inmigración la produce la injusticia, las guerras e intromisiones internas que los EEUU practican y el grandísimo poder de los carteles y las pandillas de la droga y la narco delincuencia en general que fundamentalmente se dedica a abastecer el amplísimo mercado norteamericano y de la Europa más desarrollada. Muchas personas huyen de las mafias y pandillas que a su vez sirven y abastecen a mafiosos de los EEUU y sus negocios. El principal problema del continente americano son los EEUU que a su vez exportan las armas de los carteles y pandilleros. Este problema se genera en los propios EEUU que impiden un desarrollo justo e igualitario en América y el resto del mundo. Ahora se retrocede a la brutalidad con los débiles por parte de Trump.

El conflicto político y social no va de la división en minorías y etnias, ni de gustos o deseos, va de ciudadanía y de clase

Los habitantes de los EEUU votan priorizando problemas locales. Difícilmente saben dónde está el Bélgica, desconocen la existencia de Senegal, Andorra, Paraguay… o muchos piensan que lo mundial, que el mundo son ellos. Carecen además de fuerzas políticas de izquierdas de clase, más allá de unos sindicatos en algunos casos, es cierto, muy combativos y organizados, pero nada politizados. La política la hacen las élites, sea cual sea su color u origen y los partidos obreros siempre han sido reprimidos, perseguidos e infiltrados por sus servicios de seguridad. La izquierda de carácter socialista está perseguida y/o controlada.

Ese mismo control y represión, lo ejercen en el resto del mundo, obligando a los gobiernos títere de sus zonas de influencia o bien a cooptarlos o bien a destruirlos, aunque sea poco a poco. La democracia en los EEUU es un mito, es irreal; nadie puede hacer política si no está apoyado por sectores de interés empresarial, grandes donantes y un juego en el que el interés privado a escala de cada institución política mueve a donar fondos a contratistas de toda laya y condición, incluidas las mafias.

Trump se ha rodeado de ciertos oligarcas muy conocidos, pero es que Harris a su vez también estaba rodeada de oligarcas, en este caso del mundo financiero y también de las nuevas tecnologías. Luego, hay una oligarquía buena y otra mala acaso, me pregunto. Ese es el pobre análisis de los medios pro-woke, apoyar a la oligarquía buena. En la tradición obrera y socialista nunca se habría considerado el buen o el mal patrón, pues todos eran patronos y capitalistas.

Lo cierto es que el conflicto político y social no va de la división en minorías y etnias, ni de gustos o deseos, va de ciudadanía y de clase. Todos los datos apuntan a que gran cantidad personas de las “minorías” ni se consideran tal, ni les gusta el “buenismo” de las élites blancas del Partido Demócrata. Es más, si ha habido un problema con una minoría originaria, la árabe-palestina, esta también ha abandonado al Partido Demócrata por su apoyo al ente sionista y ser protagonista del genocidio.

Necesitamos una fuerza política que se meta en el barro, que se manche de barro, se arremangue y que escuche la voz de la calle

Pero ha ocurrido otro hecho muy significativo y lo ha denunciado el propio Bernie Sanders, el Partido Demócrata ha abandonado a los trabajadores, luego no le votan. El voto a los demócratas es mayoritario entre elementos sociales bien posicionados, con buenos salarios y en lo alto de la escala social, es decir es un voto cada vez más burgués. Las clases populares han votado a Trump, los más pudientes a Harris. Claro está, como tendencia mayoritaria.

Es decir, esto tiene mucho que ver con la aparición de la “izquierda liberal” como elemento central del woke, que abandona por incultas y descerebradas a las clases trabajadoras y populares. Las izquierdas engreídas que acertadamente denuncia Sahra Wagenknecht. Y esto se está trasladando a Europa. Encima el único partido de gobierno no woke en la UE el SMER de Robert Fico es despreciado y expulsado del Partido Socialista Europeo acusado de pro-ruso y crítico con la OTAN y la propia UE.

Por tanto y clara y abiertamente lo digo, SMER eslovaco y BSW alemana son dos opciones a estudiar y seguir. Junto a otras. Pero frenar a la extrema derecha, no lo hará ni el woke, ni el socioliberalismo también woke a su vez. Como dice un amigo mío son la izquierda burguesa. 

Mi principal conclusión, es que necesitamos una fuerza política que se meta en el barro, que se manche de barro, se arremangue y que escuche la voz de la calle, cuando un pueblo grita asesinos e hijos de puta a quienes les han abandonado, sabiendo que quieren decir.  

Trump ha vencido, es hora de sacar lecciones políticas y analizar