
Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna
Cada vez son más jóvenes los que fuman de manera social, ya que es un método mediante el cual se puede disponer de situaciones que invitan a conocer gente y compartir esta afición. De este modo, las pausas para fumar son bastante comunes en trabajos, centros de estudios y reuniones sociales, por lo que hay muchas personas que cuentan con esta práctica como una afición que compartir con los demás.
No obstante, hay muchas maneras de fumar, ya que en los últimos años se ha popularizado el uso del papel para fumar que permite a cada persona “fabricar” su propio cigarrillo. En este sentido, existen diferentes tipos de papel de fumar que cuentan con sus propias características, algo que se ha popularizado por la capacidad de aumentar el consumo de tabaco artesanal. Un elemento que puede ser determinante para la experiencia, ya que dispone de varis materiales diferentes para su construcción.
Tipos de papeles para fumar y cómo utilizarlos
El uso de un papel para fumar puede cambiar por completo el sabor y la suavidad de un cigarrillo, por lo que saber escoger el que mejor se adapte a los gustos de cada consumidor es esencial para que este efecto social sea lo más placentero posible. Estos son algunos de los tipos de papeles para fumar más populares que se pueden encontrar en la actualidad.
- Papel de arroz. Se trata de un papel muy fino, translúcido y ligero. Ofrece una combustión lenta y un sabor neutro, ideal para quienes buscan pureza en el sabor. Se trata de un material suave al tacto, fácil de liar y con mínimas cenizas. Es muy popular entre los puristas del tabaco o hierbas, por lo que es una de las opciones más elegidas en este sentido.
- Papel de cáñamo. Es un tipo de papel elaborado con fibras de cáñamo, es más grueso y resistente. Tiene un tono marrón natural si no está blanqueado, por lo que es fácilmente identificable. Además, se trata de un material más sostenible, fácil de manejar y con una combustión uniforme. Aporta un ligero toque terroso que combina bien con hierbas, aunque ofrece un sabor más intenso que puede no ser del agrado de todos los fumadores.
- Papel de celulosa. En este caso, se trata de un papel para fumar hecho de fibras de madera procesadas, es el más común y económico. Puede ser blanqueado o sin blanquear. Una de sus grandes ventajas es que se trata de un material muy resistente, ideal para principiantes y está disponible en muchos tamaños y sabores. No obstante, ofrece una combustión más rápida y un posible regusto químico en versiones blanqueadas, por lo que puede ser un impedimento para muchos.
Estos son los papeles para fumar más comunes, pero en los últimos años también han aparecido opciones alternativas como el papel de lino o los papeles con sabores, que ayudan a suavizar la intensidad de tabaco para aquellos que no quieran sentir ese sabor en su boca. De este modo, el proceso de encontrar el papel de fumar que más se adapte a cada persona es un resultado de ensayo y error hasta dar con el que más les convenza.