
Con el objetivo de optimizar el rendimiento sin caer en el sobre entrenamiento, en estos últimos años cada vez más corredores han estado incorporando el entrenamiento polarizado, estrategia que se basa en distribuir el volumen de trabajo principalmente en zonas de baja intensidad, complementadas con sesiones específicas de alta intensidad, su eficacia ha sido respaldada por estudios científicos y por atletas de élite de disciplinas como el triatlón y el fondo.
Dentro de este enfoque, es común que los atletas de hoy en día busquen recursos que mejoren su preparación, como planes de nutrición, tecnología wearable o incluso suplementos deportivos; una opción popular es ligandrol comprar, conocida en las comunidades deportivas por su contribución a la fuerza y la recuperación muscular más rápida.
¿En qué consiste el entrenamiento polarizado?
Lo que hace este método es dividir la intensidad del entrenamiento en tres zonas:
● Zona 1: Es de baja intensidad, representa entre el 75% y el 80% del volumen semanal, se trabaja un ritmo cómodo y es ideal para mejorar la base aeróbica sin acumular fatiga.
● Zona 2: Es moderada, se minimiza o se evita este enfoque porque representa una zona de esfuerzo medio, que puede llegar a fatigar sin grandes beneficios.
● Zona 3: Es de alta intensidad, entre el 15% y 20% del entrenamiento se realiza en esta zona, con intervalos, cuestas o series rápidas que mejoran la capacidad anaeróbica.
Beneficios del enfoque polarizado
Al dedicar mucho tiempo a intensidades bajas, el cuerpo mejora la eficiencia cardiovascular y metabólica, por ello se genera una mayor adaptación aeróbica, también existe un menor riesgo de lesiones al evitar entrenamientos continuos en zonas intermedias y reducir el estrés acumulado. Otro beneficio es que brinda un mejor rendimiento en competición, ya que los estímulos intensos puntuales mejoran la potencia, velocidad y tolerancia al esfuerzo, además, gracias a las sesiones suaves es posible una mejor recuperación sin dejar de entrenar.
¿Para quién es recomendable?
Aunque en un inicio fue adoptado por atletas de élite, el entrenamiento polarizado es útil también para corredores intermedios o avanzados que ya tienen una base aeróbica y quieren dar un salto de calidad sin llegar a estancarse, y como no es necesario tener equipamiento sofisticado o caro, basta con controlar zonas de frecuencia cardiaca o percibir el esfuerzo subjetivo.
Conclusión
El entrenamiento polarizado es una estrategia inteligente y eficaz para correr más y mejor, respetando tanto los ciclos de esfuerzo como los de recuperación, su enfoque sostenible lo convierte en una herramienta ideal para aquellos que buscan progresar sin caer en el exceso. Si a este proceso se le complementa con una buena planificación, descanso y una actitud constante, es posible marcar una gran diferencia en el rendimiento a largo plazo y facilitar el a las metas y objetivos que se persiguen, sin sacrificar el descanso y el bienestar general.