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Diego Ruiz de la Cruz | @dieruiz90
Llega a los el universo de Spiderman). Esta última entrega, dirigida por J.C. Chandor y producida por Sony Pictures en asociación con Marvel, nos cuenta la historia de Sergei Kravinoff, más conocido como Kraven el Cazador, uno de los supervillanos más conocidos y queridos del universo del superhéroe arácnido.
Es una película difícil de definir, ya que no sigue un patrón concreto. En algunos momentos es muy lenta y, en otros, pasa a un ritmo exageradamente frenético, de una forma que no está bien planteada.
La trama, tal como está estructurada, no engancha, ya que el espectador se pierde con facilidad y en muchos momentos no sabe ni hacia dónde va ni de dónde viene.
Se une a las decepciones ya conocidas de Madame Web, Morbius y al aprobado raspado de la trilogía de Venom, lo que indica que el pacto entre Sony Pictures y Disney respecto al universo de Spiderman es un desacierto
Otra de las cosas que probablemente generará cierto enfado entre los fans de Spiderman es el desaprovechamiento de algunos personajes muy destacados de este universo, que al final parecen haber sido incluidos solo para afirmar que existieron en el cine, pero sin mostrar todo el potencial que tienen en los cómics. Esto, posiblemente, hubiera ayudado a que la película ganara más adeptos entre el público.
El talento del elenco, encabezado por actores como Aaron Taylor-Johnson, Russell Crowe, Ariana DeBose, Fred Hechinger y Alessandro Nivola, quienes son intérpretes de enorme calidad, está desaprovechado por un guion pobre en cuanto a la interpretación, debido a la falta de desarrollo de todos sus personajes.
Aunque la primera ha intentado reformular los villanos sin utilizar al superhéroe, no han logrado ganarse el aprecio del soberano público
El único aspecto positivo del filme, por destacar algo, son los momentos de gore, que probablemente son de las pocas cosas que logran entretener al espectador en determinadas escenas de la película. Aun así, no queda claro si el gore era uno de los objetivos principales del proyecto.
En resumen, se une a las decepciones ya conocidas de Madame Web, Morbius y al aprobado raspado de la trilogía de Venom, lo que indica que el pacto entre Sony Pictures y Disney respecto al universo de Spiderman es un desacierto. Aunque la primera ha intentado reformular los villanos sin utilizar al superhéroe, no han logrado ganarse el aprecio del soberano público.
