<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=621166132074194&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
miércoles. 28.05.2025
CÓMIC

El cierre de 'Las efímeras' confirma el genio de Jeff Lemire

Uno de los mayores logros de Las efímeras es cómo Lemire combina lo cotidiano con lo fantástico.

Necesitamos tu ayuda para seguir informando
Colabora con Nuevatribuna

 

Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx

Tras el éxito de la primera entrega, Astiberri nos trae la segunda parte de Las efímeras, la enigmática historia creada por Jeff Lemire que une a una niña y un monstruo. Este nuevo volumen retoma la narrativa justo donde terminó, ahondando en la búsqueda de la verdad por parte de Franny Fox y Bicho, un peculiar y fascinante monstruo con forma de insecto. Todo se desarrolla en un pequeño pueblo asediado por una extraña plaga de insectos, mientras la policía sigue sus pasos. Sin embargo, no son los únicos tras ellos: otros también quieren atraparlos antes de que las efímeras desaparezcan de Belle River. Paralelamente, una madre escarba en su pasado en busca de respuestas sobre un terrible crimen contra su hijo.

Sus dibujos, expresivos y de trazos sueltos, junto al uso magistral del color y las texturas, potencian la atmósfera opresiva y transmiten la sensación de aislamiento y misterio que envuelve a Belle River

En Las efímeras 2, Lemire sigue explorando la psique humana, centrándose en temas como la violencia, el maltrato y el rechazo a lo desconocido. Una vez más, nos transporta al condado de Essex para contar una historia rural con tintes sobrenaturales, protagonizada por una niña inadaptada y un monstruo fuera de lo común. Con su característico estilo, el autor reinventa las reglas del género y apuesta por un terror elegante y cargado de misterio. Aunque el tono melancólico sigue siendo constante, esta segunda parte ofrece una conclusión satisfactoria.

Uno de los mayores logros de Las efímeras es cómo Lemire combina lo cotidiano con lo fantástico. Sus dibujos, expresivos y de trazos sueltos, junto al uso magistral del color y las texturas, potencian la atmósfera opresiva y transmiten la sensación de aislamiento y misterio que envuelve a Belle River. Los tonos apagados refuerzan esta sensación, mientras que el concepto de las efímeras funciona tanto como una amenaza literal —la invasión de insectos— como una metáfora de la fragilidad de las relaciones humanas, los recuerdos y la inocencia infantil.

La relación entre Franny y Bicho sigue siendo un eje fundamental de la historia. A pesar de sus diferencias, ambos comparten un propósito común: encontrar su lugar en un mundo que los rechaza. Este vínculo aporta una profundidad emocional que trasciende el género del terror, convirtiendo la obra en un conmovedor drama humano, marca registrada de Lemire.

Las efímeras reafirma el enorme talento creativo de Jeff Lemire, en un momento especialmente prolífico de su carrera. Obras como la trilogía Essex County —adaptada a la televisión años después—, Carretera fantasma confirman su capacidad para conectar lo sobrenatural con lo profundamente humano. 

El cierre de 'Las efímeras' confirma el genio de Jeff Lemire