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lunes. 26.05.2025
TRIBUNA

Un fantasma recorre el mundo, el nazismo

Se está poniendo de moda el saludo nazi que en absoluto incomoda al líder de Vox, Santiago Abascal.
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Santiago Abascal, interviniendo en la Conferencia de Acción Política Conservadora (AC).

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Elon Musk en al acto de investidura de Trump fue el primero en hacer el saludo nazi, y unos días más tarde lo repitió en la Conferencia de Acción Política Conservadora Steve Bannon, el arquitecto del primer mandato del actual presidente de EEUU e ideólogo esencial del trumpismo. En la misma Conferencia hizo el saludo nazi nuevamente el actor mexicano Eduardo Verástegui. Un breve inciso para conocer a este caballero. Ya intentó sin éxito una candidatura independiente para las elecciones de 2024 en México, y en un vídeo de propaganda sostuvo: Yo sueño un México que le permita a Dios ser el centro de nuestra nación. A su vez quiere crear un nuevo partido, el Movimiento Viva México. Muestra en su escudo de armas los mensajes de la ultraderecha: “Vida, familia y libertad”, es decir, antiabortistas, matrimonio heterosexual con hijos y un Estado al mínimo. Y partidario de las escopetas para limpiar el mundo del fantasma woke. Tampoco supone mucha novedad, es lo mismo que la motosierra de Milei, que se la regaló a Musk.

Se está poniendo de moda el saludo nazi. Merece la pena destacar la actuación de Jordan Bardella, presidente del partido de extrema derecha francés, Agrupación Nacional, el cual anuló el discurso que tenía programado en la convención de los ultraconservadores en Washington que celebra la llegada al poder de Donald Trump. El líder político francés señaló que tomó la decisión debido al "gesto nazi" que hizo una persona en la sala donde iba a pronunciarse. Está más que justificada tal decisión. Recordemos la Historia. El 14-7-2022 en una ceremonia liderada por el presidente Emmanuel Macron, la primera ministra Elisabeth Borne y otras autoridades, Francia recordó el 80 aniversario de la redada en el 'Vélodrome d'Hiver', símbolo de las capturas de judíos en París y sus inmediaciones, bajo órdenes de la Alemania nazi, en la Segunda Guerra Mundial. Borne y Macron apuntaron a graves faltas del entonces régimen de Vichy y prometieron que el país seguirá luchando contra ese tipo de odio "donde quiera que se encuentre". El Estado francés fue más allá de los requisitos de los nazis. Entregaron niños. Los mandaron a la muerte. Sus historias nunca nos dejarán, sus palabras están grabadas en los espíritus de la juventud que escuchan esos horribles testimonios (...) Para mantener su honor, nuestro país debe mirar a la cara su historia", aseguró Borne, quien es hija de un sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz, en Polonia. 

El que no tuvo impedimento para intervenir, sin sentirse incómodo con este saludo nazi, fue el presidente de VOX y de la Fundación Disenso, Santiago Abascal, el cual aseguró que “la época de las tinieblas está llegando a su fin, estamos dejando atrás una de las etapas más oscuras del mundo libre”, y anticipó el triunfo del sentido común en todo el mundo tras la victoria de Donald Trump en las elecciones norteamericanas. Más adelante dedicaré unas líneas a Abascal y sus votantes, para mostrarles el daño producido a los españoles por el nazismo. 

Prosigamos mirando por el retrovisor la Historia. Observemos las muertes estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial. En batalla: 291.557. Otras causas: 113.842. Total, en el teatro de operaciones: 405.399. ¿Los más de 74 millones votantes a Trump conocen que los soldados norteamericanos vinieron a Europa a luchar contra el nazismo? Quizá peque de ingenuidad al plantear esta pregunta. ¿Cómo van a conocer este hecho, si muchos norteamericanos ni siquiera saben dónde está Europa? Sería conveniente que todos esos votantes de Trump hicieran una visita al Cementerio y Memorial Americano de Normandía (francés: Cimetière américain de Colleville-sur-Mer) conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial en Normandía, que rinde homenaje a las tropas estadounidenses que murieron en Europa. Está ubicado en el sitio del antiguo cementerio temporal del campo de batalla de Saint Laurent, cubre 172,5 acres y contiene 9.388 entierros. 

Tampoco les vendría mal a todos esos acérrimos votantes de Trump conocer los siguientes hechos. Las fuerzas estadounidenses liberaron el campo de concentración de Buchenwald cerca de Weimar, Alemania, el 11 de abril de 1945, unos pocos días después de que los nazis comenzaran a evacuar el campo. El día de la liberación, una organización clandestina de la resistencia formada por prisioneros toma el control de Buchenwald para evitar las atrocidades que puedan cometer los guardias del campo en retirada. Las fuerzas estadounidenses liberaron a más de 20.000 prisioneros en Buchenwald. También los campos principales de Dora-Mittelbau (abril de 1945), Flossenbuerg (abril de 1945), Dachau (abril de 1945) y Mauthausen (mayo de 1945). Aunque los alemanes habían tratado de desocupar los campos de los prisioneros sobrevivientes y esconder toda evidencia de sus crímenes, los soldados aliados se encontraron con miles de cadáveres "apilados como atados de leña" según un soldado estadounidense. Los prisioneros que aún estaban vivos eran esqueletos vivientes. Bill Barrett, un periodista del ejército estadounidense, describió lo que vio en Dachau: "Había algo así como una docena de cuerpos en el sucio vagón de carga, tanto de hombres como de mujeres. Habían pasado tanto tiempo sin alimentos que sus muñecas muertas eran palos de escoba terminados en garras. Eran las víctimas de una dieta de hambre deliberada...".

Ese retorno del nazismo en la sociedad norteamericana tampoco debería sorprendernos, ya que ha estado muy presente a lo largo de su historia

Ese retorno del nazismo en la sociedad norteamericana tampoco debería sorprendernos, ya que ha estado muy presente a lo largo de su historia. Vamos verlo. Isabel Wilkerson tiene un libro, “Casta: El origen de lo que nos divide”, en el cual hay un capítulo titulado Los nazis y la aceleración de las castas, donde describe una reunión celebrada en Berlín el 5 de junio de 1934, a puerta cerrada, de un comité de burócratas nazis, que consideraron la ocasión tan importante para que hubiera un taquígrafo que trascribiera todo. Mientras se acomodaban en sus sillas para fraguar las Leyes de Núremberg, el primer tema de la agenda era Estados Unidos para ver qué se podía aprender de ellos. Presidía el acto, Franz Gürtner, ministro de Justicia del Reich, el cual presentó un memorando de cómo EEUU controlaba a los grupos marginados y defendía a los blancos. Los diecisiete funcionarios y expertos en derecho examinaron las leyes de pureza estadounidenses, que regulaban la inmigración y los matrimonios interraciales. Querían avanzar rápidamente en sus planes de pureza y segregación racial y sabían que EEUU les llevaba siglos de ventaja. Los nazis se sintieron atraídos por las teorías raciales de dos eugenistas estadounidenses, Lothrop Stoddard y Madison Grant. La palabra untermensch, “subhumano”, una injuria racial que los nazis adoptaron en su proyecto para deshumanizar a los judíos y a otros no arios- la tomaron prestada de Lothrop Stoddard. Este se doctoró en Historia en la Universidad de Harvard en 1914, lo cual lo investía de gran prestigio. Miembro del grupo supremacista blanco racial Ku Klux Klan, fue uno de los más infames defensores estadounidenses de la eugenesia, una creencia en la cual la sociedad podía mejorarse a través de la reproducción selectiva. Creía que la civilización occidental estaba en peligro por una "marea creciente de razas de color”. Publicó en 1922 “La revolución contra la civilización: la amenaza del sub-hombre”, en el que advierte sobre la amenaza de los "sub-hombres" y las "masas sucias" que llevarían a la destrucción el orden social a través de la revolución. Entre 1939 y 1940, visitó Alemania para entrevistarse con líderes nazis como Himmler y Hitler. Siendo sus ideas racistas las que vendrían a justificar las muertes de millones de personas en Europa y el mundo en la búsqueda de una civilización utópica bajo la bandera de la “raza aria”.

EEUU llegó a tener en los años 30 una formación abiertamente nazi llamada German American Bund (Hermandad germano-americana). Pese a que los vínculos directos con el Tercer Reich no están claros, lo cierto es que utilizaba en sus reuniones símbolos como la esvástica, contaba con una organización duramente jerarquizada a imagen y semejanza del partido nacionalsocialista alemán y llegó a fundar una organización de corte paramilitar y a organizar campos de verano para adoctrinar a niños y jóvenes.

En 1936, nació la German American Bund, que estableció su sede en Nueva York. Tomó las riendas del nuevo organismo Fritz Kuhn, un veterano de la Primera Guerra Mundial que nazificó sin disimulo la nueva organización. El Bund se fue expandiendo por todo el país, aunque su principal fuerza siempre se encontró en el Medio Oeste.

1939 fue el año del gran auge de la German American Bund, pero también el primero de su caída en desgracia. En febrero, celebró un gran mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, al que acudieron unas 22.000 personas. Con un enorme retrato de Washington detrás, Kuhn acusó a Roosevelt de ser parte de una conspiración bolchevique-judía, mientras fuera del recinto se producían disturbios entre comunistas que querían boicotear el acto, militarizados del Bund y la policía.

La entrada en la guerra lo cambió todo: los grupúsculos nazis fueron perseguidos por las autoridades.

Luego George Lincoln Rockwell, un militar en 1959 fundó el partido nazi estadounidense. Fue la figura principal en el movimiento neonazi de la posguerra en los Estados Unidos; sus ideas y escritos han continuado influyendo a los movimientos de supremacía blanca y neonazis, como en el Movimiento de Milicias.

Abascal se emocionó profundamente y se levantó de su asiento para agradecerle a Trump que le hubiera dedicado las siguientes palabras. “Gracias, Santiago Abascal. Estás haciendo un gran trabajo"

Como he comentado antes Santiago Abascal intervino sin suponerle impedimento alguno el saludo nazi, como lo tuvo Jordan Bardella, presidente del partido de extrema derecha francés, Agrupación Nacional.  Abascal se emocionó profundamente y se levantó de su asiento para agradecerle a Trump que le hubiera dedicado las siguientes palabras. “Gracias, Santiago Abascal. Estás haciendo un gran trabajo". Esta actuación servil de Abascal ha sido criticada por de su propio partido, como el general retirado Agustín Rosety, una de las incorporaciones estrella de Vox en 2019, que anunció su dimisión al no estar de acuerdo con la estrategia internacional del partido. Rosety se ha referido a Abascal como un "lamebotas de Trump", criticando la postura del líder de Vox ante la guerra de Ucrania y las políticas comerciales del expresidente estadounidense.

A Santiago Abascal y sus votantes les recuerdo una breve, pero contundente y trágica página de nuestra Historia. Helen Graham en su libro Breve historia de la guerra civil de Espasa y Calpe, 2006, nos cuenta que Franco no puso reparos cuando los nazis le propusieron despojar de la condición de prisioneros de guerra a los miles de republicanos españoles que se hallaban en su poder, accediendo así a que fueran enviados de los stalags (campos de prisioneros de guerra) a los campos de concentración. Fue la negativa de Franco a reconocer la nacionalidad española de los prisioneros lo que abrió la vía a la deportación. En efecto, las autoridades nazis anunciaron su política el 25 de septiembre de 1940, durante la visita a Alemania del lugarteniente de Franco, Ramón Serrano Suñer, ministro del Interior (y en octubre de 1940, también de Asuntos Exteriores) y jefe de la Falange. A partir de entonces los republicanos españoles fueron recluidos en muchos campos de concentración diferentes: Dachau, Oranienburg, Buchenwald, Flossenburg, Ravensbrück, Auschwitz, Bergen-Belsen, Neuengamme y, sobre todo, Mauthausen. Lugares donde murieron alrededor de 10.000 republicanos españoles. Eran españoles.

Quiero recomendarles a Abascal y a sus votantes la lectura del libro de Jorge Semprún, La escritura o la vida, donde narra su estadía en Buchenvald desde el 29 de enero de 1944 hasta el 11 de abril de 1945, día en que se produce la liberación de esa sucursal del infierno y el proceso interior del protagonista y de escritura una vez finalizada la guerra. Escrito en francés, porque para él el castellano se había convertido en una lengua ocupada por el enemigo político y cultural. Semprún visitaba regularmente Buchenwald. El último año que lo hizo en 2010, ya enfermo, expresó que tenía mucho interés en leer una especie de testamento espiritual dirigido a los jóvenes en el que les decía: “No olvidéis que Europa nace tras la experiencia de los campos de exterminio”.  

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