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Placas interactivas que se despliegan mediante realidad aumentada a través del móvil es la nueva iniciativa puesta en marcha por el proyecto ‘Debería Desaparecer’ para dar a conocer los 10 principales monumentos franquistas que aún están presentes en el espacio público español y que vulnerarían la Ley de Memoria Democrática.
Diez son los edificios que recoge este nuevo espacio virtual en su mapa de memoria:
1. Valle de Cuelgamuros, Comunidad de Madrid
2. Navarra a sus muertos en la cruzada, Comunidad Foral de Navarra
3. Pirámide de los Italianos, Comunidad de Castilla y León 4. Monumento a Mola, Comunidad de Castilla y León
5. Arco de la Victoria, Comunidad de Madrid 6. Batalla del Ebro, Cataluña
7. Crucero Baleares, Islas Baleares 8. Monolito del Llano Amarillo, Ciudad Autónoma de Ceuta
9. Carrero Blanco, Cantabria
10. Monumento a los Caídos, Islas Canarias
La iniciativa forma parte del proyecto ‘Debería Desaparecer’ puesto en marcha por la Fundación Jesús Pareda (CCOO de Castilla y León) en colaboración con la firma Couple Studio, subvencionada por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que hace justo dos años lanzó esta web donde se geolocalizan más de 6.000 vestigios franquistas a nivel estatal y del que informamos desde estas mismas páginas.
Así, el proyecto se amplía con estas diez placas informativas virtuales sobre los monumentos franquistas de mayor tamaño.
Pero, ¿cómo funciona?
El sistema es sencillo. Si se está cerca de uno de estos diez monumentos, hay que acceder primero a la web ‘Debería Desaparecer’, ir al apartado de inmersión y seleccionar el edificio. A través de la cámara del móvil se despliega una placa en realidad aumentada que recoge el origen del monumento, su significado y las razones por las que se considera contrario a la ley de memoria.

Los impulsores del proyecto destacan que la instalación de estas placas “responde a la ausencia de información oficial en muchos de estos lugares, donde las instituciones no han implementado medidas para contextualizar los símbolos franquistas”. Además, “es una respuesta a los actos de vandalización de placas de memoria histórica perpetrados por colectivos que fomentan el odio y la desinformación”.
Se trata de que “el relato histórico no solo perdure, sino que sea accesible para todos”, añaden. Además, “este uso de la realidad aumentada también representa un salto tecnológico en la preservación de la memoria, eliminando las barreras físicas y políticas para informar al público”.
La instalación de estas placas responde a la ausencia de información oficial en muchos de estos lugares
El proyecto también quiere poner en valor la labor sindical en materia de memoria democrática, como recordó Ignacio Fernández, presidente de la Fundación, en el acto de presentación al que acudió Unai Sordo, secretario general de CCOO que, a través de su Red de Archivos, lleva tres décadas organizando los Encuentros sobre Investigaciones del Franquismo.