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domingo. 25.05.2025
IN MEMORIAM DEL PALADAR

Cantinflas & Judías chinchoneras

En ese esfuerzo de no perder ni orígenes ni identidad, repetía con frecuencia: “El mundo debería reírse más… pero después de haber comido”.
Cantinflas &   Judías chinchoneras | Karikato: Alberto Godoy
Cantinflas & Judías chinchoneras | Karikato: Alberto Godoy

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Nacido Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, abreviado en Mario Moreno y mundialmente conocido como Cantinflas, fue mimo, actor, productor, guionista, comediante, actor de cine y auténtico icono de la identidad nacional mexicana. Además y asimismo siempre tuvo una especialísima relación con la cocina y la gastronomía; algo que le gustaba recordar como resumen parcelado de su vida: “… el chico desheredado que empezó comiendo tacos de buche en las calles conoció después y en profundidad la cocina más lujosa y elaborada de medio mundo, compartiendo mesa y mantel con los grandes herederos de la tierra, aunque sin perder pie en ella”.

Collage Cantinflas cocinero
Collage Cantinflas cocinero

Y en ese esfuerzo de no perder ni orígenes ni identidad, repetía con frecuencia: “El mundo debería reírse más… pero después de haber comido”.

Sin embargo, siempre se negó a aclarar cuales eran sus platos preferidos, aunque en genérico itía: “… en cuestión de comida, yo prefiero cualquier plato que esté bien sazonado y bien condimentado, pues todos los platillos tienen su sabor… menos los platillos volantes que aún no sabemos qué es lo que traen dentro”.

Le gustaba cocinar e incluso se animó a montar su propio restaurante en el número 177 de la Avenida de Insurgentes de la Ciudad de México

También le gustaba cocinar e incluso se animó a montar su propio restaurante en el número 177 de la Avenida de Insurgentes de la Ciudad de México. Lo llamó Rioma, haciendo una suerte de metátesis con su nombre de pila, y de vez en cuando preparaba personalmente algún platillo para sus amigos y clientes. Dicen que bordaba los Chilaquiles, un plato mexicano a base de totopos, tortilla de maíz frita o tostada, y una salsa roja o verde dependiendo del chile que se use; los Peneques, un tipo de quesadilla de masa de maíz rellena y capeada que se sirve en caldillo de jitomate o tomate rojo; los Huauzontles, preparados con un pseudocereal comestible que se produce en las zonas áridas o semiáridas de México y que ha sido parte de la alimentación básica en la zona desde tiempos prehispánicos; las puntas de lomo de res cortado en tiras, con jitomates, chiles serranos y cerveza negra, que se popularizaron como “Puntas de filete a la Cantinflas”; y, pásmese el lector, la Paella valenciana que más o menos había aprendido a preparar durante sus estancias en España, aunque no sabemos de cierto si fue durante el rodaje de La vuelta al mundo en 80 días, en 1956, o en el de Don Quijote cabalga de nuevo, de 1972. 

La primera, donde interpretaba al mayordomo de Willy Foog/David Niven, fue el gran éxito comercial de su vida. La película ganó cinco Óscar y Cantinflas consiguió el Globo de Oro al mejor actor de comedia o musical. 

Para la parada mexicana en la mítica vuelta al mundo, el director Michael Anderson escogió la Plaza Mayor porticada de Chinchón, que convirtió en una enorme plaza de toros enjalbegada con toda suerte de ornamentos, mantones, abalorios y perifollos. El presupuesto de producción ya iba estando escasito por aquel entonces, pero la participación entusiasta de seis mil quinientos chinchonetes, más otros tres mil y pico voluntarios de los pueblos vecinos, Morata de Tajuña y Colmenar de Oreja, resolvió el aprieto de la manera más festiva y solvente.

Collage Cantinflas y Luis Miguel Dominguín
Collage Cantinflas y Luis Miguel Dominguín

Terminado el rodaje, el equipo de producción quiso agradecer la vehemente colaboración del vecindario y organizó una capea gratuita en la que intervino la estrella taurina del momento, Luis Miguel Dominguín, que también había participado en la cinta, apoyado por el propio Cantinflas como subalterno del divo.

Cuentan las vetustas crónicas, que la fiesta, ya en privado, se prolongó en el Mesón de las Cuevas del Vino, donde el actor mexicano reclamo un platonazo de Judías chinchoneras, bocado señero del lugar, que ya había catado días antes y que le recordaban a algunas preparaciones de sus frijoles patrios. Las prepara Isaura Dos Santos, guisandera de cabecera, y con prodigiosa mano para los guisos. Nos las embaulamos con gozo y preguntándonos aquello que nos enseñó Cantinflas: “¿Nos portamos como caballeros o como lo que somos?”.

Judías chinchoneras

(Receta para 4 personas)

Ingredientes:

1 kilo de judías blancas
2 manitas de cerdo partidas por la mitad
100 g. de tocino de jamón serrano
100 g. de chorizo
100 g. de morcilla de cebolla
1 tomate maduro
4 hojas de laurel
Aceite de oliva virgen extra
10 g. de pimentón
1 cabeza de ajo fino de Chinchón
2 l. de agua
Sal

Preparación:

Las judías se ponen en remojo durante 12 horas y pasado ese tiempo se sumergen en una olla con dos litros de agua fría, justo a las manitas de cerdo, el chorizo, el tocino de jamón serrano y las hojas de laurel. Se pone todo al fuego y a partir de que entre en ebullición se esperan 15 minutos para sacar el chorizo, que se reserva. 

Al mismo tiempo, se le añade un sofrito preparado con el ajo y el tomate muy picados, y el pimentón.

Se dejan cocer las judías durante unas 2 horas, “asustándolas” un par de veces; es decir echando un vaso de agua fría que pare un instante la cocción al objeto de evitar que se rompa la piel. 

Unos 10 minutos antes de que finalice la cocción se echa la morcilla y cuando el guiso esté listo se deja reposar un poco y se sirve. 

Cantinflas & Judías chinchoneras